1-Preventivo
Lo más importante frente a las úlceras por presión es
intentar prevenirlas. Es la clave de este tema, dados los inmensos daños que
puede provocar una escara, sobretodo cuando es de los grados 3 o 4. Lo mejor es
evitar que esta se produzca o en el peor de los casos, impedir que progrese a
niveles de mayor gravedad.Para lo anterior se recomienda considerar los siguientes
elementos:
- Cambio de posición cada 2 horas.
- Levantar diariamente al paciente.
- Higiene de la piel.
- Hidratación, lubricación y masaje circular de la piel.
- Evaluar la tolerancia de tejido a la presión.
- Uso de equipos de dispersión de presión: colchón de presión alterna, almohadones, férulas de espuma, bolsas de agua.
- Educación al personal sanitario, a la familia y al propio paciente.
- Detección, prevención y tratamiento de factores predisponentes.
- Identificar personas con factores de riesgo: Inmovilización, mala nutrición, incontinencia fecal y urinaria y disminución del grado de conciencia (estupor, obnubilación, coma).
- Vigilancia estricta a pacientes con alto riesgo: exploración física dirigida y palpación de zonas susceptibles, realizadas idealmente por el médico o por la enfermera.
Medidas específicas:
2-Curativo
- Proteger de la infección.
- Control con cultivos: las úlceras por presión por lo general son colonizadas por bacterias y el médico puede recomendar en ocasiones, obtener una muestra por aspiración mediante aguja o biopsia del tejido.
- Tratamiento sistémico con antibióticos según corresponda si el paciente presenta bacteriemia, sepsis, celulitis avanzadas u osteomielitis.
- Higiene adecuada de la piel del paciente.
Eliminación del tejido desvitalizado: Para ayudar a
cicatrizar las úlceras se necesitará eliminar el tejido necrótico, existiendo
dos métodos, ya sea por métodos químicos utilizando enzimas, o por medios
quirúrgicos empleando el bisturí.
Favorecer la cicatrización: Para ello se utilizan
gasas empapadas en suero o las ya mencionada espumas hidrocoloides.
Curas periódicas: Inicialmente y en condiciones
ideales, una por día en úlceras grado II. Dos curaciones por día en úlceras
grado III y IV en heridas con gran cantidad de exudado. El uso de apósito
hidrocoloides esta dado para heridas no infectadas.
Tratamiento de úlceras grado I: Sólo requiere del
manejo de las medidas preventivas
Tratamiento de úlceras grado II: Al manejo preventivo
se debe agregar el aseo constante de la zona lesionada, habitualmente con suero
salino salino, así como la aspiración de la ampolla.
Se utilizan algunas
sustancias que colaboran con la limpieza y con la velocidad de cicatrización de
la herida, conocidos como apósitos hidrocoloides, que requieren un manejo
especializado por parte del médico y personal de enfermería.
Tratamiento de úlceras grado III y IV:
Limpieza: Las úlceras por presión cicatrizan mejor
cuando están limpias, pudiéndose realizar lavado con suero fisiológico hasta que
la herida esté limpia.